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martes, 28 de septiembre de 2010

9 cosas que nunca pensé hacer hasta que fuí madre.

1- Vida de ekeko: Antes todo lo que necesitabas, cabía en una cartera, pero ahora para asomarte a la calle como una verdadera madre, tenés que llevar estos elementos básicos:

Mano derecha(en bolso); pañales, 3 o 4, cambiador, 1 mamadera, 1 lechita, 1 galletitas, 1 paquete, ( no seas mamá miserable), ropa cantidad necesaria( y más), mantita 1 por las dudas.

En mano izquierda, cochecito, ( paragüitas que es más chico ).

Entre los dientes, chupetes, 2 , ( mínimo), llaves, a gusto, peine, ( mamá arreglate un poco )

Ah, y me olvidaba del nene...

2- Ahorro de energía: Tenías tu vida y las energías despilfarradas como querías. Ahora, a guardar!!! Después del trabajo no vas a descansar ni a ver vidrieras ni a tomar algo. Ahí empieza el trabajo verdadero. Hay que jugar, hay que cantar , hay que bailar, hay que bañar, hay que hacer upa, ay qué sueño...

3- Noche de ronda: Si el nene ya duerme toda la noche, vos pensás que también vas a poder dormir. No!!! El roce de la sabanita, un ronquidito, un quejidito y otros sonidos que solo están en tu mente, harán que te levantes para ver si el nene tiene fiebre, calor, frío, hambre, sed, si está torcido en la cuna. O si tiene sueño y por eso no puede dormir!!! Para una mamá no hay diferencias entre día y noche, sueño y vigilia y su mundo de sensaciones ya no es más el de Sandro.

4- Misión imposible: Nunca pensé que me encontraría haciendo malabares sobre un bebé en una habitación a oscuras, con un alicate en una mano, su piecito en la otra y una linterna de ladrón en la boca, apuntando hacia la uña. Si no me rasguña, pobrecito.

5- Soy manicómica: Antes te llevabas por tus diferentes humores como cualquier ser humano. Ahora el único estado de ánimo permitido es el "pum para arriba". Tu nuevo rol es el de juguete humano , hacés ruido de avión, de pato, del mismo nene, ruidos de agua, de jabón, de puré, cantás con voces ridículas, hacés el sapito, lo corrés. Y sobre todo le festejás con risas y aplausos cualquier cosa que el nene haga, hasta cuando rompe un vaso y te agarrás con dos manitos la cabeza y hacés un gesto operístico "ohhhhh".

6- Mirada speed: Antes al mundo lo mirabas con la frente alta, ahora tu horizonte llega hasta el metro veinte. La medida es la mesada, no la entrepierna de los señores. Es que a una mamá no le importa lo que suceda por encima de esa altura. La gente empieza a preguntarte si estás triste, si te duelen las cervicales, si perdiste algo . Y vos estás pensando, " no me molestes que estoy viendo que hace el nene". ¿ O para que te pensás que tengo los ojos?.

7- Piernas de mamá: Todo pasa entre tus piernas, ( no te entusiasmes, ya ampliaremos el tema ). Hablo de esa sensacion que es tener permanentemente dos manitas que se te prenden de las piernas, mientras una cabeza te topa el culo. Y no es fácil cocinar así, ni caminar, ni cambiarte ni bañarte. Y sentarte es imposible... Así, esas piernas que alguna vez dieron que hablar, ahora son un pegote de dulce de leche, banana, barro, caramelos, palito, bombón, y helado.

8- Haciendo amigos: Un día en que te encontrás haciéndote amiga de personas a las que en condiciones normales no les dirías ni hola y todo porque tu nene se lleva bárbaro con el nene de ellos. A mi no me presentes más gente que ya tengo todos los amigos que quiero tener, ( y alguno que anda sobrando ).

9-Mamá y el sexo: Sexo Stop. Atesoraré Stop. Recuerdo Stop. Cuando vuelva aviso. Stop.

( Elizabeth Vernaci- Locutora, conductora)

Limpiando un cajón encontré este artículo de la revista del diario Clarín que data del año 2000, fecha en la que nació mi hijo. En ese momento coincidía absolutamente en todo con la negra. En la actualidad soy una madre mucho más relajada, pero no puedo evitar sonreír cuando me acuerdo de esas "épocas de agite maternal".

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