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viernes, 30 de noviembre de 2012

Acà toy nuevamente !!! Hay alguien del otro lado???

Pufff!!! Cuanto tiempo sin pasar por acá! Este blog está lleno de tela de arañas. Confieso que en parte por falta de tiempo, pero principalmente porque no se me cae una idea, lo tengo un poquito abandonado.
 Les cuento que hace unos meses me levanté con la loca idea de cambiar mi juego de comedor. Apelando a la paciencia que marido suele tener ante estos "vientos de cambio"; que generalmente implican trabajo; ( y mucho) ; para el; puse un anuncio de venta en una página local y al toque lo vendí. De repente me encontré con un espacio amplio  y vacío. Esos son los desafíos que más me gustan, y estoy segura que en esto coincidirán conmigo.
Compré dos sillas de diseño y marido; ( mi superman de la carpintería); me reformó una mesa que pertenecía a mi suegra. Como era muy chiquita le cambió la tapa y con la antigua tapa hicimos la mesa con rueditas del living que les mostré en antiguo post.
Por acá no tenemos la suerte de tener mercados de pulgas o Lugares parecidos, solo hay casas de usados que raramente tienen cosas que valgan la pena, o anticuarios con precios realmente  exorbitantes. Otra buena opción son las páginas de compra y venta de Internet.  En este caso y haciendo "tripas corazón", como se dice por acá; entré a uno de los anticuarios de la ciudad en busca de bancos rùsticos para los laterales de la mesa, casi sin esperanzas  de conseguir un buen precio, le pregunté al señor que atendía. El hombre me señaló un rincón lleno de muebles de todo tipo y tamaño, me contó que era un lote preparado para mandar a EEUU porque por acá no tenían mucha salida. Con gran alegría me puse a revisar y encontré dos bancos divinos ; ( a mi gusto); a un precio increíble. Me hubiese traído la mitad de las cosas que allí había, pero el presupuesto era acotado.





En fin, el comedor aún está en pleno proceso y no amerita ser mostrado, lo que quiero compartir hoy con ustedes es uno de los bancos que conseguí, es super rústico y muy pesado. Más bien "brutalista", diría yo. Era demasiado grande para la mesa, así que lo tuve boyando por toda la casa hasta que se me ocurrió que armonizaba a los pies de mi cama. Esta decidido, ahí se queda, mi espalda no resiste más traslados!
Ahora veo que le pongo encima, o lo dejo vacío.. ¿Qué me aconsejan?